En un principio y para alguien que no esté muy al tanto de las últimas novedades tecnológicas, el término fintech puede sonarle como algo lejano ajeno. Sin embargo, esta percepción puede ser muy equivocada.
Y es que, simplemente con realizar cualquier operación bancaria desde nuestra computadora o desde una aplicación de nuestro celular, ya estamos disfrutando de algunas de las ventajas que nos proporciona esta tecnología.
En este artículo vamos a introducirnos en el mundo fintech, así como conocer su grado de penetración en Latinoamérica y cómo la firma digital realiza una aportación de gran valor para su puesta en marcha.
Los fundamentos del sector fintech
El término fintech ha traído consigo una nueva forma de administrar nuestras finanzas y realizar hasta las más cotidianas operaciones bancarias. Y es que por empresas fintech entendemos a aquellas que hacen uso de las nuevas tecnologías de la información, como Big Data, Cloud Computing, Machine Learning o Inteligencia Artificial, ofreciendo servicios financieros de la mano de estas.
El surgimiento de las fintech ha supuesto una evolución del sistema bancario tradicional, un cambio de tal calibre que las propias entidades se han visto obligadas a incorporar servicios fintech en su catálogo de prestaciones para no verse seriamente afectadas por el crecimiento de las empresas puramente fintech.
Para hacernos una idea del impacto global que tienen las fintech, podemos hacer uso del informe de KPMG, Pulse of Fintech H1’19 – Global trends, que nos revela que el gasto en este tipo de tecnología durante la primera mitad de 2019 fue de 120.000 millones de dólares.
Fintech en Latinoamérica
En la región latinoamericana, el sector fintech se encuentra en plena expansión. De hecho, según el informe del Banco Iberoamericano de Desarrollo y Finnovista, Fintech en América Latina: crecimiento y consolidación, hay un total de 1.166 empresas fintech en todos los países latinoamericanos, un 66% más que en 2017.
Respecto a los principales servicios financieros que se ofrecen, estos se distribuyen de la siguiente manera:
- Pagos y remesas: 285 empresas (24%).
- Préstamos: 208 empresas (18%).
- Gestión de finanzas empresariales: 181 empresas (15%).
- Gestión de finanzas personales: 90 empresas (7.7%).
- Financiamiento colectivo: 89 empresas (7.6%).
- Tecnologías empresariales para instituciones financieras: 71 empresas (6.1%).
- Negociación de activos financieros y mercados de capitales: 61 empresas (5.2%).
- Gestión patrimonial: 55 empresas (4.7%).
- Seguros: 53 empresas (4.5%).
- Puntaje crediticio, identidad y fraude: 47 empresas (4%).
- Banca digital: 26 empresas (2.2%).
De todos estos, los que mayor crecimiento han experimentado son el de puntaje crediticio, identidad y fraude, con un 571%, y el de banca digital, con un 160%. Este informe también prevé un importante crecimiento del segmento de gestión de finanzas personales, basándose en las facilidades que ofrece a los ciudadanos a la hora de operar sus activos económicos.
Si hacemos un análisis por países, los principales impulsores del fintech en Latinoamérica son:
- Brasil, con 380 empresas.
- México, con 273.
- Colombia, con 148.
- Argentina, con 116.
- Chile, con 84.
- Perú, con 57.
- Ecuador, con 34.
- Uruguay, con 28.
- Venezuela, con 11.
Llegados a este punto, debemos preguntarnos por el grado de avance y madurez de estas empresas fintech latinoamericanas. Del estudio se deduce que el 37% de estas empresas está en pleno crecimiento, el 27% está preparado para ello y el 20% se encuentra en una fase embrionaria.
Fintech y firma digital
Pocos sectores hay que requieran tan altos niveles de confianza para sus usuarios como el financiero y bancario. Esto es aplicable tanto a la banca tradicional, a las startups de carácter fintech y a los bancos que incorporan soluciones fintech en su oferta.
Una de las principales aportaciones que acompaña a la filosofía fintech es la agilidad y la facilidad de acceso a sus servicios. Gracias a ellos, podemos realizar cualquier operación con nuestra entidad con total independencia geográfica y horaria.
Simplemente con hacer uso de nuestro dispositivo móvil o computadora tendremos acceso a nuestras cuentas, ahorrándonos un valioso tiempo que, de lo contrario, hubiéramos perdido esperando nuestro turno en la sucursal bancaria.
Además, todas las operaciones requerirán de unas robustas exigencias desde el punto de vista de la seguridad. Es aquí donde la firma digital entra en escena, contribuyendo como un método fiable de autenticación al que se le añade el componente de la movilidad y el fácil acceso.
Las herramientas de Viafirma ponen a disposición de las entidades fintech sus soluciones de firma digital, cumpliendo con sus expectativas de servicios y garantizando todos los requisitos legales exigidos por las diferentes normativas al respecto.
Muestra de ello es la implementación de nuestras herramientas en entidades financieras latinoamericanas, como son los casos de Itaú, Banco Promérica, Banreservas (República Dominicana), Bancrédito (Costa Rica) o St. Georges Bank (Panamá), entre otras.
Un caso particular de firma digital es el de firma con certificado. En el caso particular de la República Dominicana, donde Viafirma actúa como Entidad de Certificación a través de su filial Avansi, el uso de nuestros certificados en entidades bancarias es abrumadoramente mayoritario, llegando a superar el 95% de cuota de mercado.
La firma digital ha traído consigo un nuevo e innovador paradigma de las relaciones bancarias con sus clientes, y es que las empresas fintech necesitan de ella para poder desarrollar con eficiencia todos los servicios tecnológicos que ofertan, los cuales se encuentran en plena expansión dentro de la región latinoamericana.
Desde Viafirma trabajamos para seguir dando forma a más y mejores servicios fintech que faciliten el día a día de los ciudadanos, aportándoles un añadido de comodidad y un tiempo para invertir en cosas más importantes que una visita al banco.