Qué es cloud computing y para qué sirve

¿Eres de los que necesitan constantemente hacer uso de recursos compartidos en tu trabajo?¿Quieres identificarte para acceder a algunos servicios y no depender de llevar contigo un determinado dispositivo para ello? La tecnología cloud computing lleva tiempo atendiendo estas cuestiones, entre otras. Por su aporte al trabajo colaborativo y remoto (tan importante actualmente), a la gestión ágil y a la seguridad digital, merece la pena que la estudiemos más a fondo.

Cloud computing es un recurso empleado prácticamente por todas las empresas que están digitalizándose. De hecho, según Gartner, se prevé que para 2023 el 40% de las aplicaciones de negocio estarán en la nube.

Su creciente protagonismo hace que las corporaciones deban ser conscientes de todo lo que les ofrece. Los motivos son poder perfeccionar su día a día, conocer sus opciones de implementación, y de aspectos relacionados con su protección.

¿Qué es cloud computing?

Cloud computing, o computación en la nube, comprende todo lo que tiene que ver con los servicios disponibles en una red, que normalmente es internet. Cloud computing elimina inconvenientes, como la capacidad de almacenamiento limitada de los dispositivos, o el poder sólo acceder a recursos con los dispositivos en los que estos estén almacenados.

Según el National Institute of Standards and Technology (NIST)cloud computing cumple con una serie de características, que son:

  • Es un servicio bajo demanda, se ofrece sin que tenga que intervenir nadie perteneciente al proveedor del servicio.
  • Se puede acceder al servicio a través de diferentes plataformas (computadoras, teléfonos celulares, tablets, etc.).
  • Permite agrupar recursos para dar servicios a múltiples usuarios.
  • Elasticidad: se adapta a la demanda de cada momento.
  • Permite monitorizar los recursos empleados.

¿Para qué sirve cloud computing?

Cloud computing es una tecnología que destaca por su gran versatilidad y capacidad de adaptación a las necesidades de cada empresa. Sus múltiples usos son resultado de las numerosas ventajas que conlleva.

La computación en la nube proporciona una importante capacidad de almacenamiento de información en forma de datos y de documentos de todo tipo. Esto supone un ahorro en inversión de material electrónico, ya que no tendremos que adquirir dispositivos cuando la memoria libre de los mismos sea escasa.

A esto debemos añadir la facilidad de acceso a todo lo que guardamos en la nube. Con cloud computing, se puede consultar, añadir, eliminar o modificar información independientemente del momento, del lugar y del dispositivo que usemos.

Tampoco debemos dejar atrás el hecho de que el uso de servicios en la nube agiliza enormemente los procesos de trabajo. Es más sencillo y rápido gestionar documentos, encontrarlos, y se evita que estos se pierdan, destruyan o se ubiquen donde no deben.

Además, su aplicación en otras tecnologías – como la firma electrónica – proporciona valiosos recursos a empresas, como veremos más adelante.

Qué es cloud computing

Servicios disponibles de cloud computing

Los servicios en la nube se agrupan en 3 categorías principales, como son:

  • IaaS (Infrastructure as a Service) o Infraestructura como Servicio: el usuario está adquiriendo únicamente el hardware sobre el que va a trabajar (servidores, almacenamiento en un centro de datos, etc.). IaaS está especialmente recomendado para usuarios expertos, puesto que es el más complejo de los 3 servicios. Sobre él suelen trabajar los desarrolladores.
  • PaaS (Platform as a Service) o Plataforma como Servicio: aquí se incluye el uso y mantenimiento de la plataforma necesaria para desarrollar y desplegar soluciones y aplicaciones. Con PaaS, el usuario no controla la infraestructura implicada.
  • SaaS (Software as a Service) o Software como Servicio: en este tipo de servicio, el usuario maneja la solución software instalada en la infraestructura en la nube. Éste no tiene que preocuparse de aspectos más técnicos, como en los casos anteriores.

Ciberseguridad en la nube: cloud computing security

Disponer de recursos en la nube, no supone ser vulnerables frente a amenazas de seguridad. Esto se debe al cloud computing security. Éste implica todas las acciones y estrategias enfocadas a la protección de los datos que están en la nube.

Aquí es importante escoger el tipo de nube con el que vamos a trabajar, distinguiendo entre:

  • Nube pública: presta servicio a cualquier usuario de la red.
  • Nube privada: presta servicio a un número concreto de usuarios mediante la red de una empresa.
  • Nube híbrida: se hace uso de nube pública o privada en función de diversos factores, como la relevancia de los datos almacenados.
  • Multicloud: el servicio se presta sobre varias nubes.

Además de la elección del tipo de nube, entre las acciones más trascendentes dentro de cloud computing security, tenemos:

  • Encriptación del contenido.
  • Control de acceso mediante sistemas de identificación fiables.
  • Uso de un cortafuegos.
  • Configurar las opciones de seguridad propias del servicio.
  • Realizar copias de seguridad de los datos.
  • Formar en ciberseguridad a sus usuarios, de forma que adquieran buenas prácticas al respecto. 

Cloud computing y firma digital

Más arriba hemos mencionado el poder que tiene combinar cloud computing con las soluciones de firma digital. El resultado de esta conjunción es la conocida como firma centralizada o firma en la nube.

¿En qué consiste esta? Para poder realizarse, la firma centralizada requiere del uso de un certificado digital como evidencia del proceso. Este certificado se aloja en un servidor seguro de tipo HSM (Hardware Security Module). Los HSM son servidores de alta seguridad. En ellos, los certificados se generan, y se invocan para ser usados de forma remota, pero nunca salen del mismo.

Para acceder al mismo y poder materializar la firma y gestionarla, hay que realizar una autenticación robusta o de doble factor. Se trata de un método de acceso que exige, como mínimo, el uso de 2 factores de identificación, que pueden ser:

  • Algo que sabe el usuario, como una contraseña.
  • Algo que tiene el usuario, como una tarjeta de claves, códigos OTP de un sólo uso.
  • Algo que hace o que es el usuario, como las evidencias biométricas.

Las soluciones que incorporan la firma en la nube, como es el caso de Viafirma, cuentan con funcionalidades adicionales a la realización de la firma electrónica en sí. Una de las más interesantes es la posibilidad de definir políticas de uso para los certificados. Estas políticas permiten establecer condiciones como:

  • Gestión de varios certificados por un mismo usuario.
  • Que los certificados sólo se puedan usar en ciertas webs establecidas.
  • Uso restringido a ciertas fechas y horas.
  • Aplicación exclusiva en determinadas aplicaciones.

Sin duda, merece la pena aprovechar todo lo que ofrece la computación en la nube para el desarrollo empresarial. Aún más en unas circunstancias actuales en las que el teletrabajo ha adquirido enorme protagonismo, donde ha pasado a ser imprescindible.

También resaltar su capacidad de integración con la firma electrónica, optimizando la rúbrica de documentos con certificados digitales instalados en un servidor. Así no tenemos que estar en nuestra oficina o casa para cumplimentar trámites internos o con Administraciones Públicas

Por si fuera poco, cloud computing aporta un plus de seguridad frente a acciones maliciosas que pueden hacer mucho daño al negocio. Teniendo en cuenta todo esto… ¿alguna duda de que la nube es para ti?